Navidad en Casa Bianca – Lima (Perú) Por qué unos locos todavía creen que un mundo mejor es posible Hay quienes llaman locura a lo que nosotros llamamos esperanza.Este año, esos «locos» del Rotary e-Club del Mediterráneo decidieron que ningún niño de los barracones de El Callao, Perú, pasaría la Navidad sin sentir el calor del amor, la ilusión de un regalo, y la alegría de una fiesta inolvidable.Estos niños enfrentan una realidad dura, marcada por la pobreza, la inseguridad y la falta de oportunidades. Crecen en un entorno donde muchas veces les falta lo esencial, pero nunca dejan de soñar, de sonreír y de buscar un futuro mejor. Cada día es una lucha para ellos y sus familias, y aun así, tienen una fortaleza que inspira.Por eso, para nosotros, esta Navidad fue más que un gesto solidario: fue un acto de fe en sus sueños y su resiliencia. Gracias al liderazgo de las hermanas Zoila y Belinda, promotoras de las Asociación Casa Blanca, a la iniciativa navideña y organización de Melissa Cueva Torres, y con la colaboración del presidente Esteban Tejedor junto a otros queridos voluntarios, se logró llegar a esos pequeños corazones con un mensaje poderoso: no están solos.Fueron regalos, un desayuno especial y una celebración mágica, pero, sobre todo, fue una caricia al alma que les recuerda que aún hay quienes creen, como nosotros, que un mundo mejor es posible.La sonrisa de cada niño fue mucho más que un gesto: fue un símbolo de esperanza, de sueños renacidos y de la certeza de que no hay barrera tan grande que no pueda romperse con amor. Ver sus ojos brillar es la recompensa más grande para quienes trabajamos con pasión, porque en cada risa y en cada mirada había un gracias, un «me siento amado» que llenó nuestros corazones.Este sueño compartido cobró vida gracias a la generosidad de quienes no temen soñar en grande: Jose Bailen, Sonia O’Gorman, Araceli Segura, Mari Sol Pardo Gutiérrez, Sasha Sidney Cuadra López, Carlos Agost, Toni Xavier Corro Moya y Jose Ant Fuentetaja. Su solidaridad nos recordó que las pequeñas acciones construyen grandes cambios. Para nosotros, la Navidad no es solo una fecha, sino una oportunidad para sembrar esperanza, abrazar vidas y reafirmar que, con amor y servicio, podemos cambiar el mundo, un gesto a la vez.Porque sí, todavía creemos en la locura de un mundo mejor. Y, ¿sabéis qué? Estamos seguros de que juntos lo haremos realidad.