Asistieron entre otros los Clubes Rotarios de Torrevieja, Elda-Vinalopó, Guardamar, Orihuela, Almoradí y Elche.

Los amantes de las motos se congregaron en el famoso Bar Borisa, para dar inicio a una ruta inolvidable.

Moto Peña Los Arcasiles, veló durante toda la ruta por la seguridad de todos los compañeros motoristas. Cortando cruces y lugares de paso para que todos pudiésemos ir en grupo con la máxima seguridad.

El viaje comenzó por la emocionante «garganta de Crevillente», una sinuosa carretera que brindó a los moteros la oportunidad de disfrutar al máximo de sus motos mientras exploraban los pintorescos paisajes montañosos.

La ruta nos llevó junto al impresionante embalse de Crevillente, construido en 1985 para gestionar el agua del Acueducto Tajo-Segura para más tarde cruzar el corazón de la ciudad de Crevillentina.

Al dejar Crevillente atrás, la aventura nos llevó a la Vega Baja, donde se combinaron paisajes de secano, zonas verdes no cultivadas y fragantes campos de naranjos y limoneros. Pasaron por la encantadora localidad de Albatera, cuyo nombre en árabe significa «sendero», antes de dirigirse hacia el pintoresco Hondón de los Frailes, ofreciendo impresionantes vistas montañosas y la sensación única de sentir el viento en sus rostros mientras avanzaban.

La ruta continuó hacia el municipio de Abanilla en la Región de Murcia, donde realizamos una parada técnica, donde tomamos un refrigerio cortesía de Castillo Trans.

Luego, nos aventuramos en la «ruta 66 murciana», abandonando la carretera principal para disfrutar de un paisaje de secano conocido como el «desierto de Abanilla».

Dejando atrás la Región de Murcia, volvimos a la Comunidad Valenciana pasando por La Murada, el municipio de Orihuela, donde nos sumergimos nuevamente en los hermosos paisajes de huerta que caracterizan la zona. Pasando por Granja de Rocamora, finalmente, la ruta culminó en la encantadora localidad de Callosa de Segura, con su casco antiguo situado al pie de la Sierra de Callosa, un lugar imperdible para los amantes de la arquitectura. En el Restaurante Niagara’s, los moteros y no moteros se reunieron para disfrutar de una deliciosa paella, participando en una tómbola benéfica y disfrutando de música en un evento que fusionó la pasión por las motos con la solidaridad.

Anualmente se organizará una ruta motera por nuestra parte para una buena causa.